martes, 11 de junio de 2013

EL SIMBOLISMO DE UN PASO DE PALIO



Hoy os dejo un documento que explica los simbolos, el significado de cada cosa que lleva un paso de palio.

Descargar archivo

lunes, 10 de junio de 2013

«Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero»: Papa Francisco a las Hermandades de todo el mundo

Su Santidad el Papa Francisco
Presidiendo con gran alegría la Santa Misa, que culmina este VI domingo de Pascua, la peregrinación de las Hermandades en el Año de la Fe, el Obispo de Roma agradeció su importante testimonio y su numerosa presencia en la Plaza de San Pedro, en representación de las que están difundidas en todo el mundo. Y ello a pesar de la lluvia, que cayendo por momentos no pudo ‘aguar’ la devoción y alegría de estos miles de cofrades, que habían empezado a llegar en procesión desde muy temprano, para la Misa del Papa con sus estandartes e imágenes. Una gran variedad de colores y signos de la piedad popular de la Iglesia universal.

Citando a Benedicto XVI, el Papa Francisco destacó la importancia de la ‘evangelicidad’ de las Hermandades y de la riqueza de manifestaciones de la piedad popular, que los obispos latinoamericanos definen como una espiritualidad, una mística, un espacio de encuentro con Jesucristo. Amen a la Iglesia, déjense guiar por ella alentó el Santo Padre y, exhortando también a ser auténticos evangelizadores, añadió: ¡sean misioneros del amor y de la ternura de Dios! Con estas palabras de aliento y esperanza el Santo Padre concluyó su homilía:

«Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Pidamos al Señor que oriente siempre nuestra mente y nuestro corazón hacia Él, como piedras vivas de la Iglesia, para que todas nuestras actividades, toda nuestra vida cristiana, sea un testimonio luminoso de su misericordia y de su amor. Así caminaremos hacia la meta de nuestra peregrinación terrena, hacia la Jerusalén del cielo. Allí ya no hay ningún templo: Dios mismo y el Cordero son su templo; y la luz del sol y la luna ceden su puesto a la gloria del Altísimo. Que así sea».

VI Domingo de Pascua
5 de mayo de 2013


Queridos Hermanos y Hermanas


En el camino del Año de la Fe, me alegra celebrar esta Eucaristía dedicada de manera especial a las Hermandades, una realidad tradicional en la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una renovación y un redescubrimiento. Saludo a todos con afecto, en especial a las Hermandades que han venido de diversas partes del mundo. Gracias por su presencia y su testimonio.


1. Hemos escuchado en el Evangelio un pasaje de los sermones de despedida de Jesús, que el evangelista Juan nos ha dejado en el contexto de la Última Cena. Jesús confía a los Apóstoles sus últimas recomendaciones antes de dejarlos, como un testamento espiritual. El texto de hoy insiste en que la fe cristiana está toda ella centrada en la relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Quien ama al Señor Jesús, acoge en sí a Él y al Padre, y gracias al Espíritu Santo acoge en su corazón y en su propia vida el Evangelio. Aquí se indica el centro del que todo debe iniciar, y al que todo debe conducir: amar a Dios, ser discípulos de Cristo viviendo el Evangelio. Dirigiéndose a ustedes, Benedicto XVI ha usado esta palabra: «evangelicidad». Queridas Hermandades, la piedad popular, de la que son una manifestación importante, es un tesoro que tiene la Iglesia, y que los obispos latinoamericanos han definido de manera significativa como una espiritualidad, una mística, que es un «espacio de encuentro con Jesucristo». Acudan siempre a Cristo, fuente inagotable, refuercen su fe, cuidando la formación espiritual, la oración personal y comunitaria, la liturgia. A lo largo de los siglos, las Hermandades han sido fragua de santidad de muchos que han vivido con sencillez una relación intensa con el Señor. Caminen con decisión hacia la santidad; no se conformén con una vida cristiana mediocre, sino que su pertenencia sea un estímulo, ante todo para ustedes, para amar más a Jesucristo.



2. También el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que hemos escuchado nos habla de lo que es esencial. En la Iglesia naciente fue necesario inmediatamente discernir lo que es esencial para ser cristianos, para seguir a Cristo, y lo que no lo es. Los Apóstoles y los ancianos tuvieron una reunión importante en Jerusalén, un primer «concilio» sobre este tema, a causa de los problemas que habían surgido después de que el Evangelio hubiera sido predicado a los gentiles, a los no judíos. Fue una ocasión providencial para comprender mejor qué es lo esencial, es decir, creer en Jesucristo, muerto y resucitado por nuestros pecados, y amarse unos a otros como Él nos ha amado. Pero noten cómo las dificultades no se superaron fuera, sino dentro de la Iglesia. Y aquí entra un segundo elemento que quisiera recordarles, como hizo Benedicto XVI: la «eclesialidad». La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con sus Pastores. Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia los quiere. Sean una presencia activa en la comunidad, como células vivas, piedras vivas. Los obispos latinoamericanos han dicho que la piedad popular, de la que ustedes son una expresión es « una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia» (Documento de Aparecida, 264). Amen a la Iglesia. Déjense guiar por ella. En las parroquias, en las diócesis, sean un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana. Veo en esta plaza una gran variedad de colores y de signos. Así es la Iglesia: una gran riqueza y variedad de expresiones en las que todo se reconduce a la unidad, al encuentro con Cristo.


3. Quisiera añadir una tercera palabra que los debe caracterizar: «misionariedad». Tienen una misión específica e importante, que es mantener viva la relación entre la fe y las culturas de los pueblos a los que pertenecen, y lo hacen a través de la piedad popular. Cuando, por ejemplo, llevan en procesión el crucifijo con tanta veneración y tanto amor al Señor, no hacen únicamente un gesto externo; indican la centralidad del Misterio Pascual del Señor, de su Pasión, Muerte y Resurrección, que nos ha redimido; e indican, primero a ustedes mismos y también a la comunidad, que es necesario seguir a Cristo en el camino concreto de la vida para que nos transforme. Del mismo modo, cuando manifiestan la profunda devoción a la Virgen María, señalan al más alto logro de la existencia cristiana, a Aquella que por su fe y su obediencia a la voluntad de Dios, así como por la meditación de las palabras y las obras de Jesús, es la perfecta discípula del Señor (cf. Lumen gentium, 53). Esta fe, que nace de la escucha de la Palabra de Dios, ustedes la manifiestan en formas que incluyen los sentidos, los afectos, los símbolos de las diferentes culturas... Y, haciéndolo así, ayudan a transmitirla a la gente, especialmente a los sencillos, a los que Jesús llama en el Evangelio «los pequeños». En efecto, «el caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador» (Documento de Aparecida, 264). Sean también ustedes auténticos evangelizadores. Que sus iniciativas sean «puentes», senderos para llevar a Cristo, para caminar con Él. Y, con este espíritu, estén siempre atentos a la caridad. Cada cristiano y cada comunidad es misionera en la medida en que lleva y vive el Evangelio, y da testimonio del amor de Dios por todos, especialmente por quien se encuentra en dificultad. Sean misioneros del amor y de la ternura de Dios.


Autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero. Pidamos al Señor que oriente siempre nuestra mente y nuestro corazón hacia Él, como piedras vivas de la Iglesia, para que todas nuestras actividades, toda nuestra vida cristiana, sea un testimonio luminoso de su misericordia y de su amor. Así caminaremos hacia la meta de nuestra peregrinación terrena, hacia la Jerusalén del cielo. Allí ya no hay ningún templo: Dios mismo y el Cordero son su templo; y la luz del sol y la luna ceden su puesto a la gloria del Altísimo. Que así sea.

miércoles, 10 de abril de 2013

HEMOS CONSEGUIDO 2.300 VISITAS¡¡¡¡ Tras un parón: volvemos a la carga¡¡¡¡


Acabamos de conseguir 2.300 visitas de nuestro blog. Enhorabuena a todos y gracias porque uno puede escribir muchos artículos en su blog, pero si no tiene personas que lo apoyen y lo vean pues no sirve de nada.



Simplemente gracias y comentar que llevamos un tiempo de parón, sin escribir articulos, por motivos de estudios, pero pronto volveremos al ataque para seguir animando el blog.

jueves, 27 de diciembre de 2012

HEMOS CONSEGUIDO 600 VISITAS¡¡¡¡



HOY HEMOS TENIDO 600 VISITAS. NOS PROPUSIMOS UN RETO MUY IMPORTANTE, TENER PARA ANTES DE QUE ACABE EL AÑO 500 VISITAS, Y 



¡HEMOS SUPERADO POR AHORA EN 100 VISITAS MÁS¡

ENHORABUENA A TODOS, AHORA TOCA SEGUIR TRABAJANDO, Y DIVULGANDO TODO LO QUE SABEMOS, SOBRE LAS HERMANDADES, LOS CULTOS, LA LITURGIA, LOS ACÓLITOS Y UN MONTÓN DE COSAS MÁS, QUE PASÉIS UNA FELIZ NAVIDAD

jueves, 20 de diciembre de 2012

CARTEL SEMANA SANTA CÓRDOBA 2013

En la asamblea de hermanos mayores celebrada el pasado 19 de diciembre, ha sido presentado el cartel que anunciará la Semana Santa de 2013. Se trata de una fotocomposición realizada por el vocal artístico de la Agrupación, José Ignacio Aguilera, que aparece presidida por la imagen de Nuestro Padre Jesús Humilde en la coronación de Espinas. La obra, inspirada en el cuadro “La coronación de espinas” del pintor Anton van Dyck, realizado hacia 1620, que se encuentra en el Museo del Prado. En él se aprecia también una alegoría de la fe y por una ventana se divisa la ciudad de Córdoba. El nombre de la ciudad aparece con el dibujo de las bambalinas del paso de Nuestra Señora de Gracia y Amparo, siendo el suelo de la estancia donde se encuentra la imagen el de la propia Catedral cordobesa, en alegoría a ser el centro espiritual de la ciudad.

Fuente: Web Agrupación Hermandades de Córdoba

SOMOS CATÓLICOS


AÑO DE LA FE - ORACIÓN

Oración para cada día del Año de la Fe


El Papa Benedicto XVI expera que el Año de la Fe pueda llevar a todos los creyentes a aprender de memoria el Credo y nos invita a recitarlo todos los días como oración.


Credo Niceno-constantinopolitano


Creo en un solo Dios; Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,engendrado, no creado,de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación, bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria parajuzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.


Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una santa, católica y apostólica.

Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.